Pozos cuenta con una historia muy amplia y la época que marcó la identidad de esta zona fue en el siglo XIX, ya que, durante ese periodo se asentaron en el lugar más de 30 compañías mineras que extraían, molían y fundían mercurio, plata y oro, entre otros metales; dichas empresas construyeron haciendas que actualmente continúan de pie, pero como ruinas.
Ciertos trabajadores que se hallaban atrapados en una instalación minera de la Ex Hacienda de Santa Brígida, en el pueblo de Mineral de Pozos, en Guanajuato, afirmaban que una luz aparecía misteriosamente entre las tinieblas y les señalaba una vía de escape. Luego, cuando la última mina de este pueblo cerró en 1927, no hubo luz mágica que salvara a Mineral de Pozos y al poco tiempo se transformó en uno más de los pueblos fantasma derivados de la explotación minera.
En su época de mayor prosperidad, es decir, en la última parte del siglo XVIII y el inicio del XIX, Mineral de Pozos llegó a ser considerada como la comunidad minera más relevante del estado, debido a la abundante extracción de cobre, plata, oro, bronce, mercurio y aluminio que allí se realizaba. Todo era dicha y satisfacciones para los habitantes del pueblo, hasta que, de acuerdo a cierta leyenda, debido a los conflictos de los Cristeros, fue asesinado el cura de Mineral de Pozos. Desde entonces, una maldición pareció caer sobre el lugar y al inundarse las minas, la gente tuvo que emigrar a otras partes de México. Se estima que de 70,000 habitantes, tras esta debacle, solo quedaron 200 y un sitio en ruinas.
Durante ese periodo hubo un accidente en donde las minas se inundaron y las personas que laboraban ahí perdieron la vida, a partir de entonces, algunas compañías mineras quebraron y otras más decidieron migrar, dejando un ambiente desolador que duró mucho tiempo.
Se dice que desde entonces algunas personas ven o escuchan cosas extrañas, por ejemplo algunos lugareños aseguran que si en las noches deciden salir a caminar o llegan tarde a sus a casas, ven fogatas en el camino o luces extrañas y al querer descubrir qué lo origina, se dan cuanta que están perdidos.
Otra de las leyendas que predomina en estas épocas es la historia de Juana Lucio o mejor conocida como “Juana Gallo”, la bruja Gumare, las estacadas y por supuesto los mineros que, según cuentan los pozeños, aún hacen guardia en las ruinas del lugar.
Por esta razón los pobladores no sólo se encargan de limpiar y adornar las antiguas tumbas que yacen en el cementerio de la región, sino también ponen ofrendas en algunas de las ruinas y ex haciendas, además de colocar veladoras en las minas que están abiertas al público, esto como una forma de honrar la historia de cada una de las personas que pereció en el lugar.
El oso de la oscuridad 🐻
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